domingo, 28 de febrero de 2010

Divagando en la transparencia

 
Transparente la franja entre cada color del arco iris, esa frágil fortaleza en arcos invisibles que enlaza la magia de siete colores. Colores que se desvanecen al final de un horizonte sin fin, desparramado en un vacío transparente. Transparente el espacio entre cada rama del nogal que se viste en verano y desnuda en el invierno, regalándose su propio abrigo. Se abriga el sabio nogal con el baño del sol en el frío y se refresca de verdes cuando lo ataca el calor. 

Transparente, como no fuiste tú. Siempre te escondiste en el embrujo de las palabras. Palabras que derretiste en el caldero hirviente entre pociones de letras. Letras que dejaste calentar hasta retirar la olla del fuego. Fuego transparente, nunca como tú. A ti siempre te acompañó una parte, esa que te hizo opaco.

Transparente los cielos de fin de año en donde danzan ilusiones entre el papel de china de los barriletes con aroma de canela y despedida. Despedimos los meses entre soles y lunas regalando esperanzas de tiempos nuevos, transparentes. Transparente es la neblina del amanecer y los celajes que derriten la tarde.

Transparente no es cuando existe el agobio, la maraña del conflicto y el sombrero de la mentira. Mentiras que empañan los cristales y asfaltan de dilemas los caminos. Caminos empedrados de acoso, de abuso e injusticia. Injusto el tiempo que se pierde en amurallar la oscuridad.

Transparente fortaleza es la búsqueda al viaje del encuentro. Encuentro que nos torna visibles y nos regala la imagen en el espejo. Espejo de reflejo transparente, como mis palabras y el corazón desnudo. A desnudarme, aprendo de nuevo. Nuevas cuerdas de luces e ilusiones con las que tejo transparentes sueños. Sueños que me regalan las alas para viajar hasta mi encuentro. Al encuentro del repique de campanas de la risa de la niña.

domingo, 21 de febrero de 2010

Cada año


Es contagiosa, es página nueva.
Descuelga viejos recuerdos,
instala unos más frescos.

Aliviana el paso,
se viste de color y calor,
no descarta ningún verde,
no discrimina ningún matiz,
entibia la jornada y
refresca la rutina.

Susurra entre pátinas,
nuevas melodías emplumadas
y sacude el letargo
de los últimos días del invierno.


miércoles, 17 de febrero de 2010

Por ratos


Y hoy necesito cobijarme aquí,
entre estas letras mudas
que palpitan sueños y
regalan aliento.

Entre la fisura del tiempo y la pared
se hace tic tac la vida.
Las campanadas se vuelven mudas.
no hay horas en punto.

La vela encendida
se juega en la danza de las sombras,
mientras arde el pabilo
buscando a tientas el aire.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Al partir


Con paso lento el silencio se viste de adiós
y en el impulso que lleva al desencuentro
se dejan dibujar en trazos multicolores:

la mirada que brilla ocultando la lágrima,
el abrazo que le da la bienvenida a la despedida,
la cascada de palabras sin decir;
la muda sinfonía de latidos compartidos,
las manos que se enlazan por siempre y para nunca,

y el verso del aroma que no fue.

martes, 2 de febrero de 2010

Complicidad

Se hacen cómplices la noche y el día.
Es tanto el silencio que despierta,
de pronto susurra al oído: amanece.  

A pausas se viste de luz,
Las siluetas cobran vida;
el pincel del tiempo borra las sombras.

Se sacuden los trinos,  
despabiladas las plumas,
inician el jolgorio de la mañana.

No descansa la luz
acaricia y revela los colores,
se enciende otro día.