miércoles, 30 de mayo de 2018

Las vamos guardando

Las vamos guardando, letras, sílabas, letras sílabas como piezas de rompecabezas que se apilan dentro del estómago. No se sienten como mariposas, no tienen alas, son parte de algo que se acumula. Tienen el olor de las instrucciones con naftalina – es mejor callar –, –  es mejor no decir –,  – hay que mantener el misterio –.

Y un día, estalla la olla, se dispara la presión y todo explota hasta ensuciar las paredes, el techo y el piso. Nos dejamos de atragantar, pero en el camino de destapar salpicamos y escupimos sapos, culebras y una que otra bala que hace más que herir, acaba, aniquila.

Las vamos guardando, letras, sílabas, letras sílabas, y en un momento perdido encontramos el cuaderno vacío, así de la nada, las páginas en blanco, el montón de lapiceros dispuestos a bailar entre los dos.

Y las piezas empiezan acomodarse, un poco a la fuerza al principio, no siempre en el lugar correcto. Reposan unas, descartamos otras, las desaparecemos, perdieron el sentido. Y como que fuera el encaje de la abuela, con precisión que regala el tiempo, el silencio y varios espejos, las otras se van uniendo.

La respiración se hace tranquila, ya no es alboroto, es armar un poco, día a día, todas esas historias hilvanadas en el estómago y en el corazón.

©sepc mayo, 2018

sábado, 26 de mayo de 2018

Guatemala de tantos rostros


Guatemala tierra de oportunidades y primaveras para unos y de falsas promesas y todos los inviernos para otros.


Guatemala de las tantas caras, rostros y miradas puestas en el horizonte. Unos horizontes más lejanos y sin retorno para algunos, otros cerca y al alcance de las manos para otros.

Guatemala de sueños y glorias para los que siempre están despiertos y para los que nunca logran despertar.

Guatemala la cercana la de la vuelta a la esquina, la del barrio, la familuf y amigos y la otra, la lejana, la que se busca más allá de las fronteras.

Guatemala la que se pinta de colores, hierve entre la lava y respira entre el viento que lava pecados, Xocomil, y la otra, la que encuentra al sol en el camino y se cubre por las noches con sábanas de luna.

Guatemala de regocijo de encuentros de abrazos y triunfos merecidos y la de otros, de silencios de encrucijadas de tiempo y búsquedas.

Guatemala, la de tantos, de gente brava, recia, indomable que lucha y se esfuerza aquí y detrás de sus fronteras,  gente que va por un mejor presente y una Guatemala amable -digna de amar- para todos.

©sepc mayo, 2018

viernes, 11 de mayo de 2018

Así, a distancia

Tiene que ser la distancia, solo así puedo quererte, solo así dueles un poco menos. Te acercas demasiado, el alma no resiste, se hace añicos, se hace lágrimas, lastimas. Hay que respirar, dejar espacio entre las penas, propias y ajenas.

Tiene que ser la distancia, solo así puedo quererte, solo así dueles un poco menos. Cada pie descalzo, cada diente perdido, cada mueca de hambre va golpeando cada vez más. Cada niña pariendo otra niña, cada vida perdida sin motivo, cada anciano olvidado en la neblina del atardecer es otra herida más. Cada libro sin leer, cada poema que se pierde, cada llanto de una familia es otra angustia más.

Tiene que ser la distancia, solo así Guatemala puedo quererte, solo así dueles un poco menos. No es cuestión de huir, no es cuestión de olvidarnos y darnos la espalda. Es dejar un corredor donde vuele la brisa, donde quepan otros caminos, otros horizontes, lunas más frescas, soles gentiles y una larga hilera de luciérnagas que iluminen nuestro espacio.

A distancia sí, alejada no, solo así puedo quererte, solo así dueles un poco menos y así, solo así, lucho por ti.

©sepc mayo, 2018