Sin darnos cuenta

cuántas puertas dejamos sin abrir

            sin darnos cuenta

                        que no tienen llave

                        que el candado no está allí

                        está oculto en nuestro letargo

cuántos mares dejamos de surcar

            sin darnos cuenta

                        que la barca no está anclada al muelle

                        está encallada en nuestra sal

cuántos amaneceres dejamos anochecer           

           sin darnos cuenta

                        que la magia de la luz no se repite

                        y que mañana ya es tarde

...sin darnos cuenta

        cuántas vidas dejamos pasar

            olvidando

                        que ésta es

                        y no vuelve más…

Esa luna

arriba
las lunas se desparraman
   danzan de puntillas
   una sola brilla
   alumbrando los mares


abajo
las olas se desgajan
   conocen de silencios
   saben de soledades
   ignoran de ausencias

Para ti

Para ti

     aunque no lo leerás

     ni sabrás de su existencia.

A ti

     que te abrigas

     de ausencia
     y transitas sin rumbo.

Por ti
     que mereces
     un sol de vida,
     el abrazo de tu madre
     y el calor de otros niños jugando.

Estas letras
     no te darán cobijo,
     ni te aliviarán la pena
     pero no puedo guardarlas más.

Me duele la vida
     verte allí.
     Sin amparo
     con la mirada vacía
     y la mano extendida.

Travesías

en el viaje de ida

se nos perdió la letra

y extraviamos la luna

ahora, en el retorno

          escapemos de los hilos
          descalcemos los senderos
          saboreemos las dunas
          saciemos la sed
          desvistamos al tiempo
y dejémonos sorprender
          por nuevos soles

Amanece

caminamos en el sendero
buscando tal vez 
ese instante fugaz  
que es todo y nada 
filo de sombra y luz 
quietud infinita
silencio eterno 
es fin, es inicio

Una vez más

 cierra la puerta un tiempo
y la novedad abre otra
no hay final sin inicio
ni inicio sin final


las agujas se detienen
guardan silencio en un beso
y se descalzan doce campanadas
en señal de despedida

y una vez más
gira la tierra
saludando al sol
buscando el otro lado de la luna
y abriendo los brazos
al porvenir…