Atletismo: 1. Erick Barrondo (marcha 50 Km.) 2. José Barrondo (marcha 20 Km.) 3. José Calel (marcha 20 Km.) 4. José Ortiz (marcha 20 Km.) 5. Luis Ángel Sánchez (marcha 50 Km.) 6. Luis Grijalva (5 mil metros planos) 7. Mayra Herrera (marcha 20Km) 8. Mirna Ortiz (marcha 20 Km.) 9. Uriel Barrondo (marcha 50 Km.) Bádminton: 10. Kevin Cordón (singles) 11. Nikté Sotomayor (singles) Ciclismo: 12. Manuel Rodas (ciclismo de ruta) Judo: 13. José Ramos (60 kilogramos)
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Levantamiento de pesas 14. Scarleth Ucelo Natación: 15. Gabriela Santis (200 metros libre) 16. Luis Carlos Martínez (100 metros mariposa) Navegación a vela: 17. Isabella Maegli (laser radial) 18. Juan Ignacio Maegli (laser estándar) Pentatlón moderno: 19. Charles Fernández Remo: 20. Jenniffer Zúñiga (par peso ligero) 21. Yulissa López Tiro con armas de caza: 22. Adriana Ruano (foso olímpico) 23. Juan Ramón Schaeffer (skeet) 24. Waleska Soto (foso olímpico)
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Nuestro corazón rebasa gratitud por los veinticuatro deportistas, mujeres y hombres guatemaltecos de corazón que aceptaron el desafío y llegaron a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 a regalarnos su mejor lado, su lado de luz. Atrás dejaron las sombras, medios y angustias y se atrevieron a desafiar no solo a sus competidores y a una pandemia, también a ellos mismos.
En estos días de absoluto desorden, desequilibrio y una Guatemala triste en medio del ataque de un virus desenfrenado, todos y cada uno de ustedes nos alumbraron con el sol de su esfuerzo, dedicación y disciplina. Y sí, es breve la palabra gracias; pero encierra una fiesta infinita en el alma.
Cierto, buscaban una medalla, esa era una de las metas. La realidad es que buscaban superarse a ustedes, superar la capacidad de su cuerpo, mente y espíritu. Cada uno sabrá colgarse esa distinción de mérito y triunfo. Nosotros ya lo hicimos. Les brindamos el galardón de agradecimiento y excelencia y de otorgarnos dos semanas de alegría y emoción constante. Ver a cada uno de ustedes competir fue ver a esa Guatemala posible, esa Guatemala que puede triunfar y alcanzar cimas y que sabe que siempre hay otra cima más que escalar con valentía perseverancia y amor.
Son veinticuatro, igual a las horas que tenemos todos en cada amanecer. Y así como agradecemos veinticuatro veces por cada una de esas horas al final del día, hoy les decimos: veinticuatro veces, muchas, muchas gracias y ¡hasta la próxima!
Silvia E. Pérez Cruz
Guatemala 7 de agosto 2021