Con paso lento el silencio se viste de adiós
y en el impulso que lleva al desencuentro
se dejan dibujar en trazos multicolores:
la mirada que brilla ocultando la lágrima,
el abrazo que le da la bienvenida a la despedida,
la cascada de palabras sin decir;
la muda sinfonía de latidos compartidos,
las manos que se enlazan por siempre y para nunca,
y el verso del aroma que no fue.
[letras são, harmonias vivem... como um piano que sabe tocar Debussy, este silêncio, conforta!]
ResponderEliminarum imenso abraço
Leonardo B.
qué tristeza!!!... snif
ResponderEliminarsilvia, qué bella nostalgia (terrible)... el pájaro me dice: tenés que abrazar la despedida, tenés que abrazar la despedida... tenés...
ResponderEliminaray, duele.
gracias por jugar conmigo, gracias por tus letras que sigo desde hace tanto y tanto!
Mi querida Silvia: creo que este poema ya lo había leído en el portal, pero no obstante, ha sido delicioso releerlo, pues es un viaje tranquilo, casi resignado, por esos momentos de ruptura inevitable. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarHermoso poema, muy hermoso. Ya desde el primer verso cautiva. Me ha encantado éste: "la mirada que brilla ocultando la lágrima".
ResponderEliminarEs un placer volver a leerte, Silvia. Un abrazo.
Gracias Leonardo, Reltih, Bibi, Clara y Óscar por compartir en estas letras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,