Transparente la franja entre cada color del arco iris, esa frágil fortaleza en arcos invisibles que enlaza la magia de siete colores. Colores que se desvanecen al final de un horizonte sin fin, desparramado en un vacío transparente. Transparente el espacio entre cada rama del nogal que se viste en verano y desnuda en el invierno, regalándose su propio abrigo. Se abriga el sabio nogal con el baño del sol en el frío y se refresca de verdes cuando lo ataca el calor.
Transparente, como no fuiste tú. Siempre te escondiste en el embrujo de las palabras. Palabras que derretiste en el caldero hirviente entre pociones de letras. Letras que dejaste calentar hasta retirar la olla del fuego. Fuego transparente, nunca como tú. A ti siempre te acompañó una parte, esa que te hizo opaco.
Transparente los cielos de fin de año en donde danzan ilusiones entre el papel de china de los barriletes con aroma de canela y despedida. Despedimos los meses entre soles y lunas regalando esperanzas de tiempos nuevos, transparentes. Transparente es la neblina del amanecer y los celajes que derriten la tarde.
Transparente no es cuando existe el agobio, la maraña del conflicto y el sombrero de la mentira. Mentiras que empañan los cristales y asfaltan de dilemas los caminos. Caminos empedrados de acoso, de abuso e injusticia. Injusto el tiempo que se pierde en amurallar la oscuridad.
Transparente fortaleza es la búsqueda al viaje del encuentro. Encuentro que nos torna visibles y nos regala la imagen en el espejo. Espejo de reflejo transparente, como mis palabras y el corazón desnudo. A desnudarme, aprendo de nuevo. Nuevas cuerdas de luces e ilusiones con las que tejo transparentes sueños. Sueños que me regalan las alas para viajar hasta mi encuentro. Al encuentro del repique de campanas de la risa de la niña.
Qué bello sentimiento te ha inspirado este escrito Silvia. A veces entre tanta sombra que se expande en la tierra hay que luchar por encontrar la luz y la transparencia.Un abrazo.
ResponderEliminarBienvenido Gaspar y gracias por compartir en este rincón de letras. Te seguiré leyendo.
ResponderEliminarAbrazos,
Silvia