jueves, 9 de marzo de 2017

¿Quién vela por los jóvenes?


Hogar y seguro. Dos palabras hermosas, calcinadas por la indiferencia e irresponsabilidad de más de uno. Banderas a media asta. Luto y duelo tres días. Después del trueno, “Jesús, María”. Ven la tormenta y no se persignan, decían las abuelas. Ahora nadie se hace cargo.  Cuando algo es de todos es de nadie, dice el dicho.


¿Quiénes velan por estos jóvenes?  Una madre angustiada, busca protección para su hija acosada por las maras y pandillas, o un por un familiar abusador. Se tiene que desprender de su hija, la tiene que expulsar de su hogar -  de su entorno familiar – porque la joven o la niña está en riesgo. Para protegerla debe alejarla. Busca ayuda, la joven queda remitida a un lugar de protección, allí la van apoyar para tener una mejor vida, una mejor oportunidad, educación, albergue y comida, también apoyo psicológico. Eso cuenta la leyenda. La joven queda envuelta en la pesadilla de un mal nacido, monstruo, engendro de todas las amarguras. Abusa de ella, la acosa, la maltrata, la viola y encima la obliga a guardar silencio. ¿Quién vela por estas jóvenes?


Una institución que por definición debe velar por la integridad, el respeto, protección y la vida dejó de cumplir su cometido, todos sus integrantes, autoridades y subalternos. Qué decir de uno o varios jueces que equivocaron el camino y enviaron a jóvenes transgresores de la ley a ese refugio, que debía de ser un santuario. Autoridades que no escucharon el pedido de auxilio se convierten en cómplices. ¿Quién vela por estos jóvenes?


Hogar y  seguro. Hogar es un lugar de entorno familiar, cuidado, atención y cariño, así se entiende y deber ser. El hogar debería ser un santuario para cada persona, no una hoguera. Seguro -  es estar libre de un peligro. Es tener una garantía que nada malo nos va a suceder. ¿Cómo puede llamarse hogar seguro, una morada que hace cenizas la esperanza y la vida de los jóvenes? Entonces, ¿quién, alguien que diga por favor, quién vela por estos jóvenes?

©sepc Guatemala, 9 – marzo - 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario